Toda tensión que tengas a nivel muscular, envuelve una tensión igual o de mayor proporción en tu mente y viceversa.
Cuando relajamos nuestro cuerpo, relajamos al mismo tiempo nuestros procesos mentales y psíquicos, porque todo nuestro sistema nervioso, tejidos y músculos descansan, y van almacenando y conservando todo nuestro cuerpo físico.
Claro, para que todo esto suceda es necesario que te decidas a entregarte y a confiar en que necesitas tiempo para ti y para relajar. Nuestra mente está sometida a diario, al estrés, por la cantidad de estímulos que recibimos a cada minuto. Se tu no te permites unos minutos de relajación diaria, de manera consciente, corres el gran riego que comenzar a estar enfermo, sin fuerza y desanimado.
Te aconsejo que pares para escuchar la voz de tu silencio. La relajación ideal debe comprender el aspecto físico, metal y espiritual. Pon en práctica algunos de los ejercicios que te recomiendo en mi blog, verás que te sentirás mejor, y lograrás tener una vida más plena y sana.
Buena Relajación!
